14.4.07

No, si...

... no quiero decir con esto que haya que ir, tampoco que no haya que ir, pero vamos, que acabado está. Digo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

pues que hemos comido? Yo creo que no es como para esto

Anónimo dijo...

Todo esto es demasiado surrealista para mi body. Cuando vuelvas a escribir cosas al alcance de las mentes mediocres que no han estudiado jeroglíficos de ningún siglo ni criptología, me encantará leerte.

Anónimo dijo...

Vamos a ver si doy alguna pista: hay que pinchaaaar en el enlaaaaaaaceeeeee... hay que pinchaaaar en el enlaaaaaaaceeeeee...

Anónimo dijo...

Querida Solateras, me encanta que sigas honorando mi pobre blog con tus visitas.
Procuraré ser clara del todo, pues no hay intención críptica alguna: lo que quiero decir con este escrito es que he terminado el primer ejercicio de escritura de mi vida, que recibe el atractivo título de «El polígono industrial», al que puede llegarse pnchando en el enlace verde que dice «acabado está» o bien en el enlace situado en el margen de la derecha, llamado Historias Récits Tales. Estoy encantada y horrorizada de haber escrito por fin un relato de ficción, es dificilísimo y no sé cómo os sale escribir tanto y casi a diario, yo lo llevo fatal. Me haría mucha ilusión recibir críticas y alabanzas por parte de los amiguitos.

Anónimo dijo...

¡Que rico mi negra! Me hases gosarrrr..

Gary dijo...

Me leí el otro día los cuatro capítulos de El Polígono Industrial y te hice un comentario pero que he visto que no se quedó grabado. De todas formas, como era una tonteria, no merece la pena ni intentar recordarlo. Lo que sí queda claro es que apuntas muy buenas maneras en esto de la literatura. Enhorabuena Julieta D.

Anónimo dijo...

¡¡¡Nora güena!!!
Cuando tenga un ratín (larguín) lo leo.

Anónimo dijo...

Sin prisa, prima. Qué bien.
Queridos amiguitos, gracias por las críticas. A ver el segundo cuánto tardo en acabarlo.
Ya han empezado a infiltrarse comentarios automáticos capaces de saltarse el código de letras. Lo digo por el comentario borrado: no es censura, sino uno de ellos, que reenviaba a no sé qué página web.